miércoles, 21 de enero de 2009


Pacivo, tranquilo, inmóvil está el tintero mientras me vuelco en el viento y sobre mi bicicleta. Porque los pasos ya no daban más de cansados y las rodillas cansadas no se doblaban hacia atrás, mi tintero se quejaba, quejumbraba, rabiaba y yo caída sobre mi bicicleta, para agarrar la croquera y dibujar lo que veía en forma panorámica por esos segundos, tuve que agregarle pájaros al terminar el dibujo, porque se pusieron en mi vista y no podía omitirlos...Cuando pude seguir en mi bicicleta, me lancé por la bajada y mi tintero seguía a mi velocidad.

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