jueves, 7 de octubre de 2010

B asta y por fi n


Aprendí ayer que llorando sentada me agota.
Aprendí hoy que llorando parada me alivia.
Aprendo siempre que mi pajarito del cielo va volando conmigo
y de sus manos, van mis manos.
Que despilfarrando nos vamos armando, y armando de tanto valor.
Y que no termino de crecer, porque crecen mis pies, mis palmas
y el empeine de mi pié sigue creciendo.
Crecen las cejas ¡pero nunca las pestañas!
"Cuánto será mi dolor" como dijo ella.
-amortiguando el peso a cada pelo que por cada peso es su valor -
¡EXCLAMO PORQUE NO ME QUEDAN JUICIOS!
¿por qué tengo tantos prejuicios?
Bueno, al menos sé rotundamente que si mañana me caigo otra vez,
me quedaré ahí para no caerme más.
Bueno, bueno, o mejor... mejor intento no caerme,
porque mi única razón de seguir es la curiosidad que le tengo al futuro.

1 comentario:

Diríjame la palabra

Textos anteriores