miércoles, 24 de marzo de 2010

Me iría con este mismo silencio

Y yo que incluso pensaba que esto era un pie roto, una mano buena, una cabeza rota, una estadía buena, la cabeza llena, enteros los pies, terribles las manos. Me duele tanto la guata, las uñas, el pelo y cada una de mis pestañas. Y tras tanto, tanto quehacer, me quedo sin mas que querer, querer perder, soltar y por fin caer.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diríjame la palabra

Textos anteriores